Ronquidos sonoros
Dejar de respirar durante el sueño y lo advierte alguien en casa
resoplar o sentir sofoco durante el sueño
Despertarse con la boca seca
Dolor de cabeza matutino
Insomnio
Sensación de sueño excesiva durante el día
Dificultad para prestar atención mientras estás despierto
Irritabilidad
Insuficiencia cardíaca congestiva
Hipertensión arterial
Diabetes tipo 2
Parkinson s
El síndrome de ovario poliquístico
Trastornos hormonales
Accidentes cerebro-vasculares previos
Enfermedades pulmonares crónicas como el asma
Roncar no es normal y por muy simple e inofensiva que parezca esta acción, la realidad es que en algunas personas puede ser síntoma de una enfermedad llamada Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS).
Este padecimiento provoca que los músculos de la garganta se relajen, a tal grado que colapsan, impidiendo el flujo de aire. Al no recibir suficiente aire, baja el nivel de oxígeno en la sangre y el cerebro, al detectar que no estás respirando, te despierta brevemente para que abras las vías aéreas y vuelvas a respirar.
Este patrón se puede repetir de 5 y hasta 30 veces o más cada hora, durante toda la noche, lo que dificulta tu capacidad de alcanzar las etapas profundas y reparadoras del sueño.
Si esto ocurre, el cerebro y todo el organismo estarán privados de una oxigenación adecuada, lo que te pone en riesgo de padecer enfermedades como: obesidad, diabetes mellitus, padecimientos cardiovasculares y depresión, entre otras.
Así que, un sueño con mala calidad, no solo afecta el equilibrio hormonal, sino que también impide el buen desarrollo de las funciones mentales superiores como la memoria, el aprendizaje y la concentración.
Apnea obstructiva del sueño, es la más común y sucede cuando los músculos de la garganta se relajan, es decir, el aire deja de fluir a los pulmones debido a una obstrucción en la nariz o en la garganta.
Apnea central del sueño, sucede cuando el cerebro no envía señales correctas a los músculos que controlan la respiración.
Apnea del sueño Mixta, también denominado Apnea Central del Sueño Emergente del Tratamiento, que ocurre cuando alguien tiene apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño.
Sobrepeso; porque los depósitos de grasa alrededor de las vías respiratorias superiores obstruyen la respiración.
Circunferencia del cuello; porque favorece vías respiratorias mucho más estrechas.
Vías respiratorias estrechas por herencia o porque las amígdalas o las adenoides pueden bloquear las vías respiratorias, especialmente en los niños.
Ser hombre; porque son tres veces más propensos a tener apnea que las mujeres.
Ser mayor; porque la edad favorece la apnea del sueño.
Antecedentes familiares; porque tener familia con apnea del sueño aumenta el riesgo de padecerla.
Consumo de alcohol, sedantes o tranquilizantes; porque relajan los músculos de la garganta, lo que empeora la apnea obstructiva del sueño.
Tabaquismo, los fumadores tienen tres veces más posibilidades de presentar apnea obstructiva del sueño que quienes no fuman, debido a que aumenta la inflamación y la retención de líquidos en las vías respiratorias superiores.
Congestión nasal por problemas anatómicos o por alergias.
Fatiga durante el día, dificultad para concentrarse, cabeceos en el trabajo o mientras se maneja, irritabilidad y depresión, así como bajo rendimiento escolar y mala conducta en niños y adolescentes, debido a la falta de sueño causada por los despertares repetidos vinculados con la apnea del sueño.
Presión arterial alta o problemas cardíacos, el súbito descenso de los niveles de oxígeno en sangre que ocurre durante la apnea del sueño, aumenta la presión arterial y sobrecarga el sistema cardiovascular.
Esta situación aumenta el riesgo de ataque cardíaco recurrente, accidente cerebrovascular y latidos anormales del corazón, como fibrilación auricular.
En el caso de una cardiopatía, los episodios múltiples de nivel de oxígeno bajo en sangre (hipoxia o hipoxemia) pueden provocar la muerte súbita a causa de los latidos irregulares del corazón.
Diabetes tipo 2, en combinación con la apnea, favorece el desarrollo de resistencia a la insulina Síndrome metabólico.
Complicaciones con medicamentos y cirugías, las personas con apnea del sueño tienen más probabilidades de sufrir complicaciones después de una cirugía mayor, porque son propensas a los problemas respiratorios, especialmente cuando están sedadas y acostadas boca arriba.
Problemas hepáticos, las personas que padecen apnea del sueño son más propensas a obtener resultados anormales en los exámenes de función hepática; además, el hígado de estas personas tiende a mostrar señales de cirrosis (enfermedad por hígado graso no alcohólico).